sábado, 8 de enero de 2011

Fragmentos de Foucault sobre la "verdad"

¿Cómo concebir la "verdad" en el mundo actual? ¿Qué relación tiene con el "poder"? ¿En qué consisten, cómo se establecen y de qué forma operan los "regímenes de veridicción"?
Estos fragmentos del pensador francés pueden estimular la reflexión alrededor de uno de los tópicos centrales de la Filosofía.

Foucault, M. (1992): Verdad y Poder, Entrevista con M. Fontana en Rev. L’Arc, nº 70 especial, págs. 16-26, en Foucault, M.: Microfísica del Poder, Madrid, La Piqueta.


“Lo importante, creo, es que la verdad no está fuera del poder, ni sin poder (…). La verdad es de este mundo; está producida aquí gracias a múltiples imposiciones. Tiene aquí efectos reglamentados de poder. Cada sociedad tiene su régimen de verdad, su “política general de la verdad”: es decir, los tipos de discursos que ella acoge y hace funcionar como verdaderos; los mecanismos y las instancias que permiten distinguir los enunciados verdaderos o falsos, la manera de sancionar unos y otros; las técnicas y los procedimientos que son valorizados para la obtención de la verdad; el estatuto de aquellos encargados de decir qué es lo que funciona como verdadero”. P. 187

“Existe un combate “por la verdad”, o al menos “alrededor de la verdad” –una vez más entiéndase bien que por verdad no quiero decir “el conjunto de cosas verdaderas que hay que descubrir o hacer aceptar”, sino “el conjunto de reglas según las cuales se discrimina lo verdadero de lo falso y se ligan a lo verdadero efectos políticos de poder”; se entiende asimismo que no se trata de un combate “a favor” de la verdad sino en torno al estatuto de verdad y al papel económico –político que juega-. Hay que pensar los problemas políticos de los intelectuales no en términos de “ciencia/ideología” sino en términos de “verdad/poder”. P. 188

“Por “verdad” entender un conjunto de procedimientos reglamentados por la producción, la ley, la repartición, la puesta en circulación, y el funcionamiento de los enunciados.
La “verdad” está ligada circularmente a los sistemas de poder que la producen y la mantienen, y a los efectos de poder que induce y que la acompañan. “Régimen” de la verdad.
Este régimen no es simplemente ideológico o superestructural; ha sido una condición de formación y de desarrollo del capitalismo”. P. 189


Foucault, M. (2004): Nacimiento de la Biopolítica, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, Clase del 17 de enero de 1979.

“(…) el principio regulador de un gobierno frugal se había formado a partir de lo que podía llamarse o de lo que designé, groseramente, conexión con la razón de Estado, y el cálculo de ésta, de cierto régimen de verdad que encontraba su expresión y su formulación teórica en la economía política. La aparición de la economía política y el problema del gobierno mínimo eran –así intenté señalarlo- dos cosas que estaban ligadas. (…) el principio de esa conexión que procuré señalar, esa conexión entre práctica de gobierno y régimen de verdad sería lo siguiente: […] que había, pues, lago que en régimen de gobierno, en la práctica gubernamental de los siglos XVI y XVII y también en la Edad Media, había constituido uno de los objetos privilegiados de la intervención, de la regulación gubernamental, algo que había sido el objeto privilegiado de la vigilancia y las intervenciones del gobierno. Y es ese lugar mismo, y no la teoría económica, el que a partir del S. XVIII, llegaría a ser un ámbito y un mecanismo de formación de verdad (…). Ese lugar de verdad no es, claro está, la cabeza de los economistas sino el mercado.” P. 45/46

“Como ven, en todo esto –ya sea el mercado, lo confesional, la institución psiquiátrica, la prisión-, en todos estos casos, se trata de abordar desde diferentes ópticas una historia de la verdad o, mejor dicho, abordar una historia de la verdad que estaría unida, desde el origen, a una historia del derecho. (…) Historia de la verdad no entendida, desde luego, en el sentido de una reconstitución de la génesis de lo verdadero a través de los errores eliminados o rectificados; una historia de la verdad que no sería tampoco la constitución de una serie de racionalidades históricamente sucesivas ni establecida por la rectificación o la eliminación de ideologías. Esa historia de la verdad tampoco sería la descripción de sistemas de verdad insulares y autónomos. Se trataría de la genealogía de regímenes veridiccionales, vale decir, del análisis de la constitución de cierto derecho a la verdad a partir de una situación de derecho, donde la relación derecho y verdad encontraría su manifestación privilegiada en el discurso, el discurso en que se formula el derecho y lo que puede ser verdadero o falso; el régimen de veridicción, en efecto, no es una ley determinada de la verdad, sino el conjunto de las reglas que permiten, con respecto a un discurso dado, establecer cuáles son los enunciados que podrán caracterizarse en él como verdaderos o falsos.” P. 53

“(…) el problema es poner de relieve las condiciones que debieron cumplirse para poder pronunciar sobre la locura –pero sería lo mismo sobre la delincuencia, y sería lo mismo sobre el sexo- los discursos que pueden ser verdaderos o falsos según las reglas correspondientes a la medicina, a la confesión o a la psicología, poco importa, o al psicoanálisis.” P. 54/55



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